Lleva un equipaje ligero
en el viaje de la vida,
saca todo negativismo,
rencor, enojo y queja,
asegúrate de llevar amor,
porque llega un momento que no podemos
con esas maletas negativas, las preocupaciones
también ponen sobrepeso a lo que ya llevamos.
Descansa en Dios todas tus ansiedades,
y presenta tus puntos débiles delante de él
para que puedas viajar liviano cada día,
porque Dios quiere tu felicidad.
Por Mery Bracho