Rodeate de gente que haga de ti una mejor persona,
que sea positiva, que te ayude en tu crecimiento personal
que no sean negativos ni tóxicos.
Rodéate de gente que vea grandeza en ti
y no de aquellos que solo ven algo para criticar,
solo miran lo que está mal,
lo que no tiene solución,
lo que menos importa pero para ellos
todo tiene que ser perfectos,
como que si ellos mismos lo son,
nadie lo es,
Estas personas son tóxicas,
hace daño estar cerca de ellas,
tienen un virus contagioso
que se puede expandir por toda tu familia y amigos,
son tan tóxicas que pueden dañar un buen fruto,
un buen proyecto, una buena planificación,
una buena y armoniosa familia
sembrando discordia y odio,
chismes y malos entendidos.
Ese tipo de personas no vale la pena
tenerlos cerca,
seríamos más felices
si les diéramos un boleto de ida solamente
para que disfruten lejos de nosotros
sumidos en su negatividad y toxicidad.
Rodéate de gente que mire tus capacidades
y de alguna manera te de una mano
para empezar a desarrollarlas,
con palabras de ánimo, con recursos,
con oración sincera y con un oído atento.
Por Mery Bracho
Rodéate de gente que vea grandeza en ti
y no de aquellos que solo ven algo para criticar,
solo miran lo que está mal,
lo que no tiene solución,
lo que menos importa pero para ellos
todo tiene que ser perfectos,
como que si ellos mismos lo son,
nadie lo es,
Estas personas son tóxicas,
hace daño estar cerca de ellas,
tienen un virus contagioso
que se puede expandir por toda tu familia y amigos,
son tan tóxicas que pueden dañar un buen fruto,
un buen proyecto, una buena planificación,
una buena y armoniosa familia
sembrando discordia y odio,
chismes y malos entendidos.
Ese tipo de personas no vale la pena
tenerlos cerca,
seríamos más felices
si les diéramos un boleto de ida solamente
para que disfruten lejos de nosotros
sumidos en su negatividad y toxicidad.
Rodéate de gente que mire tus capacidades
y de alguna manera te de una mano
para empezar a desarrollarlas,
con palabras de ánimo, con recursos,
con oración sincera y con un oído atento.
Por Mery Bracho