Cada día envuelve tu vida en la protección de Dios,
con sencillas palabras a Él. Cuando lo haces tu amigo,
conversarás con Él como conversar con tu amigo,
con la diferencia que sabes que Él es el Todopoderoso.
Te protege del peligro,
con sus brazos es escudo alrededor de ti,
te sostiene en el camino,
le da sentido a tus días y te da un buen destino.
por Mery Bracho