Enfócate en lo bueno que vendrá y
no en lo mal que te fue en el pasado.
estás escribiendo con todo lo que haces
o con lo que dejas de hacer.
El pasado a veces es un gigante
que tenemos que vencer,
cerrarle la puerta y abrir
la puerta de la nueva y refrescante vida
que tenemos ahora,
sobre todo si tenemos a Dios