Hoy decido ser feliz, el ayer ya pasó,
el mañana no ha llegado.
Hoy voy a ser feliz.
El día que tengo para vivir en plenitud
es hoy, este es el día que hizo Dios
nos alegraremos y nos gozaremos en él.
No viviré esperando ser feliz mañana
cuando puedo decidir hoy ser feliz,
amando a otros y dejándome amar,
pasando por alto tantas debilidades
de mí mismo y de los demás
para dar lugar a la felicidad
entendiendo que nadie es perfecto
aceptando mis imperfecciones
y mirando al frente con optimismo.
por Mery Bracho