En los momentos de presión
es cuando sabes quién eres realmente.
Cuando las pruebas llegan a nuestra vida
somos sometidos a presiones, a tomar de decisiones
a mantener el equilibrio y el dominio propio,
a mantener nuestros principios a pesar de todo,
a seguir siendo ecuánimes e íntegros
sin nada que temer.
Es en los momentos de presión
cuando nuestra fe es probada,
para ver si confiamos o no en Dios,
si dependemos de su fuerza, de su poder,
si tenemos la humildad suficiente
para dejar el orgullo y pedir ayuda a Dios,
para quien nada es imposible.