pero sí puedes controlar cómo reaccionarás
Nuestra actitud puede convertir un momento difícil
al escuchar algo que no esperábamos
en un momento de enseñanza para el que habló,
con nuestra actitud podemos mantener el control
de nosotros mismos aún cuando todo parezca
fuera de control.
La Biblia nos enseña que la respuesta áspera
hace subir el enojo, pero que una respuesta amable
calma la ira, los ánimos.
Por otro lado, depende de quien hable
podemos o no decidir escuchar o cerrar nuestro corazón
para no hacernos daño y no guardar rencor.
Si tenemos límites personales,
sabremos cuando es el momento de dejar un lugar
si se nos está ofendiendo,
cuando expresar que no estamos de acuerdo
y cuando expresar un “No me hables así” con firmeza.
por Mery Bracho