Ya no mendigues amor, mientras más te humilles
más débil y frustrada te sentirás en tu interior.
Mendigar amor es como perseguir al viento,
no funciona, no es prudente hacerlo.
Tú vales mucho, da el valor a tu propia vida
mirándote a ti misma como importante,
como alguien que puede ser amada,
que merece ser valorada y apreciada por lo que es.
Mientras te expongas a las migajas de quien no te quiere
estarás destruyendo tu propia estima,
estarás quitando el brillo al precioso regalo que es tu vida.
Tú eres una persona única, especial, creada por Dios
para amar y ser amada dentro de una sana relación
donde se te honre y respete.
Por encima de cualquier persona Dios te ama
y te ofrece su amor incondicional.
por Mery Bracho