que nunca se desvanecerán,
nada nos separará,
nada nos separará,
ni el tiempo ni la distancia.
Las palabras de los amigos
permanecen con nosotros
aunque ellos estén lejos,
su aprecio y consideración
no lo cortan los kilómetros
ni el paso del reloj,
no lo afectan las críticas de los demás
ni las envidias, ni las sombras.
Que bueno es contar con este tipo de amigos
porque son más valiosos que el oro,
no los cambiaría por nadie más,
cuando hablamos se encienden más estrellas
en nuestro firmamento,
son fortuna que no se puede comprar
son alegría con satisfacción y felicidad.
por Mery Bracho