No esperes llegar a lo alto de la montaña para ser feliz
empieza a ser feliz escalándola.
Sentarse a esperar que la felicidad toque a tu puerta no sería lo más adecuado, si quieres ver mejores días necesitarás más que un deseo, hay que ponerle un tiempo a esos sueños, buscar un objetivo y cumplirlo, ir escalando hasta alcanzar tu visión.
No se trata de vivir infeliz en el proceso, sino de ir disfrutando de los pequeños o grandes momentos que puedas tener de triunfo, de buena compañía, de amistad, de familiaridad, de ayuda al prójimo a alcanzar lo que necesita.
La felicidad es un camino, la vamos encontrando en la medida que damos, porque no creo que un egoísta sea feliz. Ama a los demás como te amas a ti mismo. Un egoísta no puede ser feliz porque no ama a los demás.
Empieza ya a subir, deja el conformismo y trázate nuevas metas. Dios te ayude en el proceso y te dé las fuerzas para remontarte a las alturas.
por Mery Bracho.