las cosas buenas suceden,
todo toma el lugar que debe
y nada puede detener las bendiciones.
Cuando Dios está en el primer lugar
buscamos su voluntad,
su justicia, su verdad
y nuestra vida se llena
de profundidad espiritual.
Cuando Dios está en el primer lugar
ya no vivo yo más vive Cristo en mí,
vivo en fe, en Jesús,el cual me amó y se entregó
a si mismo por mí.
Mery Bracho